La FEDAC presenta el libro ‘La alfarería tradicional de Lugarejos’, que recupera la memoria de los artesanos de la cerámica de Artenara

10-02-2022

- La FEDAC presenta el libro ‘La alfarería tradicional de Lugarejos’, que recupera la memoria de los artesanos de la cerámica de Artenara

  • El libro es obra de Juan Manuel Zamora Maldonado y se presentó hoy con su participación en un acto público en la Casa de Colón 
  • La consejera de Industria subrayó el compromiso de la institución insular con la difusión del patrimonio cultural de Gran Canaria “porque lo que no se conoce no se respeta ni se quiere”



La Casa de Colón acogió la presentación del libro ‘La alfarería tradicional de Lugarejos. La memoria recuperada. Un estudio histórico y etnográfico’, del investigador aruquense Juan Manuel Zamora Maldonado, un volumen editado por la Fundación para el Estudio y Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC), entidad dependiente del Cabildo de Gran Canaria, que presentó la consejera de Industria, Comercio y Artesanía, Minerva Alonso, junto al autor, quien -con una larga trayectoria como investigador en temas históricos, arqueológicos y etnográficos- ha sabido aunar en esta obra el trabajo de campo, el trato directo con los informantes y la investigación en los archivos.

 

“Hasta la segunda mitad del siglo XX había tres grandes centros loceros en Gran Canaria, La Atalaya, Hoya de Pineda y Lugarejos”, explicó el investigador. En la actualidad sólo queda una representante viva de este último, María León y, por desgracia, parece que no hay relevo generacional. “Hay mucha gente joven que conoce la técnica alfarera, pero sería necesario buscar otras salidas para lograr que sea rentable”, aseguró el autor.

 

En este sentido, la consejera subrayó el compromiso de la FEDAC con la divulgación de las tradiciones, costumbres, señas de identidad y en definitiva de la cultura de la isla a través de distintas acciones “porque lo que no se conoce no se respeta ni se quiere, y es fundamental que las próximas generaciones crezcan valorando la riqueza de nuestro patrimonio para que sigamos contando con personas dispuestas a conservarlo, difundirlo o ponerlo en práctica”, sentenció. En este sentido, Alonso aseguró que estudios como este resultan imprescindibles para que no se pierda definitivamente la huella de los oficios tradicionales en vías de extinción, y calificó al autor de “última línea de defensa para proteger los saberes ancestrales”.

 

Respecto a los centros loceros, según explicó el autor, producían una loza básicamente funcional, y desaparecieron al perder ese carácter práctico a partir de los años 50 del siglo pasado. La labor importante a partir de ahora es la divulgación. “Se trata de documentar la memoria histórica de estas actividades para que no queden en el olvido”, recalcó también.

 

En cuanto al estudio que se presentó hoy en la Casa de Colón arranca con la descripción del singular espacio geográfico en el que está situado el enclave de Lugarejos, dentro del municipio de Artenara. Para ello, Juan Zamora recoge topónimos cercanos y redescubre los caminos utilizados antes de la existencia de carreteras y automóviles. Describe con detalle las condiciones sociales de la vida de las loceras y sus familias, sin olvidar aspectos etnográficos que contextualizan este particular entorno cumbrero, sobre todo los relativos a la enfermedad, muerte, enseñanza, fiestas, etc…

 

También están los apartados dedicados a la explicación exhaustiva de los pormenores de la cerámica como oficio tradicional. Entran en juego entonces las materias primas, su obtención y preparación, el barro, la arena de barranco, almagre y agua. Así como una minuciosa descripción de los procesos de elaboración de las piezas, de la técnica de ‘guisado’, así como de las herramientas, el lugar de trabajo, alfar o cueva de la loza, y los propios ‘guisaderos’ o lugares de cocción.

 

Fiel a sus intereses como historiador, Juan Zamora desarrolla también sus teorías sobre el inicio y desaparición de la actividad locera en Lugarejos a finales del siglo XX, basándose en sus pesquisas en distintos archivos y fondos documentales insulares.

 

Y para completar el estudio sobre la alfarería tradicional de Lugarejos, el autor desarrolla también un duro trabajo de recopilación de recuerdos e imágenes de los más ancianos del lugar, complementado con amplia documentación archivística. El resultado es un imponente recurso que permite avanzar en la interpretación del proceso histórico que conduce al Centro Locero de Lugarejos, un importante valor cultural prácticamente inédito en la bibliografía y casi desaparecido.



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